miércoles, 3 de noviembre de 2010

Sheikh Jarrah-الشيخ جراح


Sheikh Jarrah es un barrio palestino ubicado en las colinas del Monte Scopus, en Jerusalén Oriental. El nombre del barrio responde a la tumba de Sheikh Jarrah, que data del año 1201 y que pertenció a Husam Al Din Al Jarrahi, emir y científico de Saladin.
El barrio acoge a más de 500 familias palestinas. Muchas de ellas llegaron al lugar como consecuencia de la Nakba en 1948, cuando fueron desalojados, expulsados por Israel de la costa del país donde se ubican Jaffa y Tel Aviv, en lo que Israel llama la Guerra de Independencia.
En ese entonces, hace más de 60 años, Jordania controlaba Jerusalén, y fue el gobierno jordano el que se encargó de auxiliar a los palestinos barridos de la costa por Israel hacia el oriente.
Estas mismas familias y sus descendientes, que perdieron sus hogares hace 60 años, están siendo hostigados por el actual gobierno de Israel que expande sus límites invisibles, sin tener en cuenta ni las leyes internacionales, ni el valor de la vida, ni de la memoria histórica.
Muchas casas ya han sido demolidas, otras, como la que vemos en la fotografía, han sido ocupadas por familias de colonos, que se instalan en ellas sin tapujos, ni dignidad, dejando en la calle a los árabes y palestinos, que viven ahí desde hace 8 siglos o 60 años, lo mismo da. Jerusalén es Palestina, y nadie o muy pocos gobiernos u organizaciones internacionales, intervienen y condenan conretamente estas violaciones, porque el poder económico de Israel, es el que sostiene desvergonzadaemnet la impunidad de sus crímenes diarios.
Muchos activistas internacionales y muchos judíos de Israel, se movilizan en contra de la ocupación ilegal.
Las familias palestinas que ven caer sus hogares, se instalan en carpas en las que son sus tierras, sus patios, saben que moverse de allí, aunque cada día los soldados desmantelen sus precarias tiendas, significará perderlo todo, para siempre.
Además de las viviendas, se tiran abajo monumentos históricos, incendian las mezquitas y arrasan las tumbas de los pobladores fallecidos de Sheikh Jarrah.
Testimonios:
(La mayoría son de meses pasados, pero la situción se reitera y se extiende cada día.)
Un hombre joven, no mucho mayor de 20 años, sufrió una herida en la pierna durante el desalojo del domingo. De acuerdo con la población local, fue retenido durante seis horas antes de que le fuera permitido recibir atención médica. La combinación de gas lacrimógeno y el dolor que le producía la herida en su pierna, le debilitó demasiado, tanto que aún no fue capaz de hablar con nosotros.
Charihen, de 20 años, de la familia Hannoun fue golpeada por un policía con su rifle, dejándola con un brazo en cabestrillo. Estudia Psicología en la Universidad de Abu Dis. El día del desalojo, se suponía que debería estar haciendo un examen, al cual tuvo que faltar. La única cosa que fue capaz de coger cuando fue forzada a dejar su casa, fue un libro de texto que necesita para estudiar durante el curso de verano. Charihen, explicó que ella le había gritado a las fuerzas armadas, preguntando porque a los colonos israelíes se les permitía seguir en sus casas. Un policía le replicó: “Ellos son judíos, tú árabe… así que ellos se pueden quedar”. A su madre ni siquiera le permitieron ponerse ropa decente encima, por lo que fue echada de su casa en pijama. El lunes por la mañana , los vecinos se despertaron con gas lacrimógeno al abrir sus ventanas. La policía bloqueó la entrada al callejón sin salida donde está situada la casa de la familia Gawi. Los vecinos no pudieron dejar sus casas para trabajar o asistir al colegio hasta dos horas después, el lunes por la mañana. Cuando alguna gente intentó protestar contra el cierre de la calle, la policía respondió con gas lacrimógeno y arrestando a tres palestinos de Sheikh Jarrah. Uno de los cuales, finalmente, resultó gravemente herido. Algunos vecinos más, tuvieron que ir al hospital, debido a los efectos de los agentes químicos presentes en el aire; incluidas seis mujeres. Hasib Nashashibi , miembro de la Coalición por Jerusalén, mencionó que había sido usado “gas rojo” que, según él, es conocido por ser especialmente agresivo. Más tarde, preguntando a otra miembro de la Coalición por Jerusalén, como es que usaban gas lacrimógeno en contra de civiles, ella contó que : “ Nosotros no somos civiles, somos palestinos…ellos nos ven como terroristas… por eso la forma en que nos tratan es como bárbaros”.
Saleem Hannoun dejó el campamento improvisado delante de su antigua casa el lunes para asistir a una vista judicial. La orden de desalojo estaba dirigida a su hermano Maher Hannoun . Él no tenía una orden de desalojo, tampoco su otro hermano que vivía al otro lado de la casa de Maher. Aún así, la policía , rompió sus ventanas y echó fuera de sus hogares a todos los miembros de la familia durante el domingo. Nueve familias en total que vivían entre los Hannoun y los Gawi fueron forzadas a abandonar sus hogares de esta manera (por la fuerza) sin haber recibido nunca una orden de desahucio en sus nombres. El juez de la corte, ordenó a Saleem traer sus cartas para una nueva vista, el miércoles. Sin embargo, los colonos ya habían ocupado sus casas. Todas sus pertenencias fueran arrojadas fuera de la casa. Por la mañana, temprano, Saleem estuvo rebuscando en el contenedor en busca de sus zapatos. Dijo que la policía lo había sacado a la fuerza de su cama sin darle tiempo a que se pudiera poner los zapatos.“El gobierno israelí no piensa en nosotros! todo en lo que piensan es en los colonos!”, clamó la miembro de la Coalición por Jerusalén. Ella mencionó que tan pronto como se produjeron los desalojos, los colonos se mudaron a las casas. La familia Gawi , observó como una de las colonas fue de su casa a la de la familia Hannoun , de una a la otra durante una hora, tratando de decidirse con cual quedarse.
Sobre las 9 de la tarde del lunes, colonos judíos ultra-ortodoxos, atacaron a unos cuantos palestinos, que estaban en la calle. Les tiraron piedras y les escupieron. Alrededor de unos 100 colonos estaban gritando e insultando a la multitud árabe local que llegaba. Uno de los agresores, escupió en la cara de un chico que no tenía más de cinco años de edad. La policía llegó rápidamente y calmó la situación, pacíficamente. Aunque los colonos habían empezado la pelea, sólo dos oficiales de policía los confrontaron. Los otros 25 oficiales armados y numerosos coches policiales, se dedicaron a separar a la ofendida comunidad palestina.

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