domingo, 8 de agosto de 2010

Israelíes protestan en 15 ciudades contra demoliciones de hogares palestinos-Israelis hold protests in 15 cities against Palestinian homes' demolition


Español.-
Más de 1000 manifestaciones se concentraron en diferentes ciudades a través de Israel el pasado viernes 6 de agosto en solidaridad al cumplirse un años del desalojo de las familias de las familias Ghawi y Hanoun en el barrio de Sheik Jarrah en Jerusalén del este.
Alrededor de 700 manifestantes se congreraron en Tel Aviv, 100 en Haifa, 100 en Wadi Ara, 100 en Taibe, 100 en Kfar Yassif y alrededores, dos docenas en Ra’anana y 60 en Beersheva. Otros 50 se juntaron en lano reconocida villa árabe de Dahmash sobre los suburbios de Ramle, donde al menos 13 hogares han sido desmantelados ya de acuerdo con lo informado por Jerusalem Post. Los manifestantes, además, tomaron autobuses desde Jerusalén y se sumaron a la marcha semanal de protesta en Sheikh Jarrah.
En 2008, la corte del distrito de Jerusalén preparó el terreno para los desalojos que se llevaron a cabo en agosto de 2009, estableciendo que el barrio palestino estaba dentro de lo que sería el barrio judío de "Shimon Hatzadik" y que pertenecía al Comité de la comunidad sefardí.
Desde que ocurrieran los desalojos de las familias Ghawi y HAnoun, Sheikh Jarrah se convirtó en sede de las protestas de todos los viernes de las que participan tanto palestinos como israelíes y otros activistas internacionales, solicitando el regreso de las familias a sus hogares.
El barrio se convirtió además en un símbolo de la batalla sobre el futuro deparado para Jerusalén del este, ya que las familias palestinas se enfrentan a estatutos y políticas discriminatorias por parte de la Municipalidad de Jerusalén.
Dov Khenin, miembro del Kneset, del partido Hadash, concurrió a la marcha aniversario y aseguró que la luchas se está intensificando porque la gente entiende que no solamente se pelea por las injusticias cometidas contra los palestinos sino por el futuro de todos los ciudadanos. Porque si se instala un asentamiento de colonos israelíes en el corazón árabe de Jerusalén del Este, va a ser imposible pensar en la solución de dos estados para los dos pueblos. Es una batalla crítica de la que la gente más y más se va dando cuenta.
Los manifestantes marcharon a través de Sheikh Jarrah portando carteles tales como "Que la democracia ponga freno en Sheikh Jarrah". "El problema no es Sheikh Jarrah"- nos manifestaba Sara Benninga, una de los organizadores de la marcha, -"el problemas es que esta situación de discriminación, desigualdad y racismo, se reitera cada vez más en diferentes puntos a los largo del país. Siento que, comparado con el año pasado -agregaba- hemos logrado un gran avance con la presencia masiva hoy aquí, creo que este es el comienzo de una acción maravillosa y valiente".
Otra de las caras conocidas al frente de la movilización del viernes, fue la de David Grossman, autor que describiera a Israel "atrapado en una situación que creó por su cuenta, víctima de la ansiedad y la falta de fe en el cambio. Es insultante para ver lo poco que somos capaces de hacer para ayudarnos a nosotros mismos."
"El pueblo judío, suponiendo que son un pueblo -dijo Grossman al diario israelí Ynet- es apático y busca una excusa para no hacer nadaa. Frente a esta indiferencia completa, es refrescante y alentador ver la cantidad de personas dispuestas a venir aquí todos los viernes por la tarde para protestar a pesar del calor o la lluvia"


English.-
More than 1,000 demonstrators gathered in cities across Israel on Friday (6 August) for a day of solidarity marking the one-year anniversary of the eviction and settler take over of the Ghawi and Hanoun family homes in the East Jerusalem neighborhood of Sheikh Jarrah.
Around 700 demonstrators gathered in Tel Aviv, 100 in Haifa, 60 in Beersheva, 100 in Wadi Ara, 100 in Taibe, 100 in Kfar Yassif and around two-dozen in Ra’anana. Another 50 gathered in the unrecognized Arab village of Dahmash on the outskirts of Ramle, where at least 13 homes are slated for demolition, according to the Jerusalem Post. Demonstrators from around the country then boarded buses for Jerusalem and attended the weekly protest in Sheikh Jarrah.
A 2008 Jerusalem District Court ruling paved the way for the August 2009 evictions by stating that the Palestinian neighborhood is in fact part of the former Jewish neighborhood “Shimon Hatzadik” and belonged to the Sephardi Community Committee.
Since the home evictions of the Ghawi and Hanoun families, Sheikh Jarrah has become home to protests every Friday, attended by Palestinian, Israeli and international supporters and activists, calling for the return of the families to their homes.
The neighborhood has also come to symbolize the battle over the future status of East Jerusalem, as Palestinian communities fight discriminatory policies and decisions from the Jerusalem municipality.
Knesset Member Dov Khenin from the Hadash party attended the anniversary demonstration, noting that "struggle is intensifying, because people understand we are fighting here not just against the injustice suffered by the Palestinians in the neighborhood, but also for ourselves, for our future in this country. Because with a settlement in the heart of Arab east Jerusalem, we won't be able to reach an arrangement of two states for two people. It's a critical battle and more and more people are realizing that."
Protestors marched through Sheikh Jarrah on Friday carrying signs reading, "Democracy stops in Sheik Jarrah.”
"The problem is not just Sheikh Jarrah," said Sara Benninga, one of the demonstration’s organizers. "It repeats itself in other places across the country and stems from discrimination, inequality and racism, which are the foundation of these moves. I feel that compared to last year, we have made a great leap in the awareness of the injustice taking place here, and we have a lot of PR work to do in order to reach people. It's a feeling of a beginning of something wonderful and brave."
David Grossman, an award winning Israeli author, was one of the many known faces present at Friday’s protest. He described Israeli society as “stuck in a situation it created on its own, and is the victim of anxieties and lack of faith in change. It's insulting to see how little we are capable of doing to help ourselves.”
"The people, assuming there is such a thing, are apathetic and looking for an excuse not to do something,” he told the Israeli news daily Ynet. “In the face of this complete indifference, it's refreshing and encouraging to see the amount of people willing to come here every Friday afternoon to protest, whether in the heat or in the rain."

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